De Mayor Quiero Ser...

Siempre he dicho que en mi próxima vida quería ser hombre, más concretamente un hombre de la época del “tío Paco”, para podérmelos rascar a dos manos al llegar a casa, tener a mi amante y fiel esposa que se desviviera por mí mientras yo me dejaba querer, pero... he tenido una revelación divina... ya no quiero ser hombre de la vieja escuela, existe una alternativa mejor.

De mayor quiero ser hombre de la generación de los años 70, hombres que se están emancipando ahora. Te hablan de sus proyectos. “Me he comprado/alquilado piso y el mes que viene me voy a vivir sólo”. OleOleyOle... un síntoma de madurez.

Orgullosos te enseñan su nueva “vivienda”... impecable, muebles de diseño, todo limpio y en orden... IM-PRECIONANTE. Comentan que no les importa hacer fiestas en casa y que la gente disfrute, aunque luego quede todo hecho un asquito... IM-PRECIONANTE.

Después de varios meses, te das cuenta de que la lavadora esta sin desembalar y piensas:

- Vaya putada, ha tenido que comprar otra lavadora.

Te muerdes la lengua, para no pecar de cotilla, pero la carne es débil... así que, al final, preguntas:

- ¿Cómo es que aún no has desembalado la lavadora?
- Para que no se estropee.
- ¿Para que no se estropee? Quizás no te has dado cuenta pero... –intentas ser sutil para no crear un trauma- para poder ponerla en marcha es necesario retirar todo eso.
Aquí es cuando ya té quedas muerta mata.
- Ah! No, no es necesario. Es que la ropa se la llevo a mi madre, ella me la lava y la plancha.
Tú pones cara de sorpresa.
- Es que lo hago para que no se aburra la pobre mujer.

También es impactante abrir la nevera: unas cuantas cervezas, coca-colas, alguna botella de vino, algún brik de leche (del que piensas si no será un arma de destrucción masiva)... y, sobretodo, las sobras del chino (de vaya usted a saber cuando). Primer pensamiento lógico: tiene que hacer la compra... volvemos a lo de antes, intentas morderte la lengua pero, al final, comentas:

- Tienes que ir a hacer la compra ¿no?
- ¿La compra?... Ah! No... es que como y ceno en casa de mi madre... es que a la pobre le hace ilusión que vaya y por no decepcionarla...

Así vas desgranando punto por punto... la “sufrida” madre tiene llaves de la vivienda... pero no por si en alguna ocasión se extravían las suyas o por si sale de viaje para que pueda regar las plantas... Las llaves son para que le limpie la casa en su ausencia (así no molesta, a la pobre mujer, mientras le friega el suelo)

En este punto ya piensas que has oído todo lo que tenías que oír... que no puede haber algo más... que la mujer esta dando todo de sí... pero... siempre queda alguna sorpresa en el tintero:
- Voy a hacer la compra antes de ir a casa.
Tú te paras a pensar: ¿la compra?, pues si hoy es domingo. Analizas: ¿será que hoy esta abierta alguna gran superficie?. No, no hay ninguna gran superficie abierta, no estamos en campaña prenavideña ni en esos días festivos en los que abren. Como te pica la curiosidad y no puedes evitarlo:
- ¿A comprar? ¿Un domingo? ¿A un establecimiento 24 horas?
- No, no... voy a ver que tiene mi madre por la nevera que yo pueda aprovechar, jejeje.

Llegados a este punto a mi me pinchan y ya no me sacan sangre.

Lo dicho, me reafirmo: YO DE MAYOR QUIERO SER VARÓN DE LA GENERACIÓN DE LOS AÑOS 70.

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